Repito lo manifestado en el anterior post, estoy arrepentido por haber entrado al trapo sobre la "lista" del Circuito Yonas Aguilar, en el cual, por cierto, esta página, va a colaborar. Simplemente ha sido una pataleta que nunca debería haber trascendido de los comentarios privados entre Yonas y este que suscribe, al margen de los mail que he recibido de gente que me conoce de verdad (Granada, Málaga, Marbella, etc.), apoyándome, lo que desde este momento agradezco profundamente.

Lo que más me duele son los cuatro gatos (no son más, a pesar que quieran ocultarse bajo distintas personalidades anónimas) que aprovechando ese anonimato (he de reconocer que alguno da la CARA), se han despachado contra este que suscribe, mostrando sus propias carencias desde la primera letra que han colocado en sus comentarios.
Ni soy un superhéroe, ni me voy a dedicar al waterpolo (mi tiempo libre deportivo ya está suficientemente cubierto con el tenis, pádel, ski, golf, correr....), y además, tengo casi 40 tacos de verdad (lo cual sin duda, me cabrea más, por la absurda pataleta que he montado, repito, me arrepiento).
Soy, he sido y seré ante todo un deportista, mejor o peor, pero deportista, con todo lo que significa esa palabra. Los que me conocen de verdad, saben que hablo. Podrán criticarme educadamente (siempre, soy el primero que me he autocriticado), lo cual siempre, siempre voy a aceptar, pero lo que no voy a tolerar es el insulto y la descalificación gratuita, además, de los menos indicados para hacerlo.
En este post no voy a hablar de mis curriculum deportivo (a unos les parecerá mucho a otros que no han ganado el torneo de "su bloque", poco), pero me trae al fresco desde este momento. El que quiera saberlo que se vaya a la hemeroteca del diario Ideal en San Jerónimo, va a tener bastante trabajo. Por tanto, voy a estar por encima de esto.
Y repito, me arrepiento de haber alimentado esta polémica, que es absurda, pero al menos me ha aclarado algo, quién es quién. Aunque ya lo sabía, ya lo sabéis vosotros también.
A mi no hace falta que me defienda nadie, se hacerlo bastante bien solito.
Para terminar, prefiero la soberbia y la egolatría a la envidia. Así de simple.
Firmado: Enrique Zambrano dedicado a todos lo que no leen padelnews.com