POR ENRIQUE ARBOL

Acabo de llegar de jugar al pádel. Concretamente de Santa Fe, del club Solar Pádel. Es un lugar magnífico. Pistas cubiertas e iluminadas, coquetas, cuidadas, buen trato, sin frío, sin lluvia. De todas las instalaciones de Granada, creo que son las mejores. Sin embargo, aunque hubiese querido ir esta Navidad a jugar a otras pistas, no hubiese podido porque muchas de las que gestiona el Patronato de Deportes han cerrado, imagino que por vacaciones. Y me escandalizo, por supuesto. Es como si un restaurante cierra el día de Año Nuevo o si una panadería cierra el día de Reyes. Los deportistas, los aficionados hacemos deporte cuando tenemos tiempo libre y es entonces cuando deben estar abiertas y preparadas las instalaciones municipales, las que pagamos todos. Que un polideportivo municipal cierre un domingo es como para que el concejal de Deportes ponga en la calle al técnico que ordene semejante sacrilegio. Aquí, el problema suele depender de quién sea el dueño del perro. Mis amigos de Solar Pádel, como son los dueños de su perro, han abierto todos los días y pude ver en los cuadrantes como llenaban todas las horas y todas las pistas de 9 de la mañana a 12 de la noche. Pero el sueldo de los técnicos del Patronato y del concejal de Deportes no depende de abrir unas miserables pistas, así que cierran para que no se les enfade el personal en vez de cuadrar unos días libres como hacen todas las empresas –que para eso hay que pensar un poco-. Y los dueños del perro, que son todos los granadinos, que se vayan al Llano de la Perdiz, que también es de todos, ha hacer futin. Cuando compruebo tan a menudo la inutilidad de nuestros políticos termino siempre en el mismo punto de mi reflexión: Para limpiar el suelo de la Facultad es necesario aprobar una oposición, estar dos años hincando codos como un becerro para pasar la mopa, ser uno de los cincuenta mejores de los cinco mil que se presentan; para ser alcalde no es necesario ni aprobar el bachillerato, para gestionar el dinero público o dirigir los destinos de la sociedad no hay un mínimo test sicológico que diga que el susodicho al menos no está pirado. Quien quiera dedicarse a la política debería formarse primero y demostrar después en duros exámenes que está listo para desarrollar esa profesión. Una vez ahí, que se afilie a un partido o a otro. Ya sé que eso no pasará. Pues nada, jugaremos en Solar Pádel.

PS: Enrique Arbol es periodista titulado, fijo en Ser Deportes, Diario La Opinión de Granada, y un reputado padelista-tenista. Amante del deporte y la Semana Santa. Y desde hace un tiempo colaborador habitual de PDN.